EL COMPROMISO. EL PROYECTO CENIT-DEMETER UNA ESPERANZA SOCRATICA.
El clima, la responsabilidad, la culpa, el futuro, la tierra y el vino.
Preocupados por la relación clima-vino, y con el subconsciente título de “una relación amenazada”, se creó el Consorcio Cenit-Deméter con el auspicio del CDTI (Centro para el Desarrollo tecnológico Industrial) y la ayuda del programa INGENIO 2010: este consorcio formado por bodegas e industria auxiliar del vino fue tomando consciencia, mientras otros lo negaban, que el cambio climático podía afectar, y muy contundentemente la relación clima-vino, o como titule el capitulo mas comentado del libro (la condicion climática) “Els vins de l’arc Mediterran, d’Alacant a Montpeller” “Les condicións climátiques, l’imperi de la línea Winkler” (el segundo de 38), editorial Portic de Barcelona. La condición climática y las influencias estructurales orográficas, marina, eólica, solares y ambientales que afectan al ciclo de la vid, a su vida, a su producción y a su entourage, es pues objeto de este proyecto.
La vitis vinefera es un cultivo leñoso de origen climático de tipo mediterráneo extendido por las zonas templadas del planeta. En el cuadro climático adjunto del profesor Ottavio Ottavi en su libro Trattato de Viticoltura, teorico-practica (1885) se muestra las franjas del planeta (en el siglo XIX) donde la condición climática permite el cultivo de la vid. La preocupación del consorcio Cenit-Deméter es y con notable razón, ¿que puede pasar a la vid y al vino? si estas franjas se están alterando por el cambio climático y el calentamiento del planeta, si es posible cultivar en latitudes mas septentrionales y si las meridionales están afectadas por la alteración de la insolación y la alteración pluviométrica. Es sin duda, una toma de conciencia importante. En esta sociedad que la revolución neoconservadora de los Tatcher-Regan y sus Think-Tinker (es una forma de hablar porque pensar, pensar, lo que se dice pensar….) crearon, donde lo que importa es la dimensión nihilista del individuo y no la de los valores y bienes de sociedad, el planteamiento de ¿que sucede?, de que ¿debemos de hacer?, y cual es nuestra parte de responsabilidad, indica ya un pensamiento (aquí sí) elevado. Es decir, que existe por parte de los convocantes del consorcio CENIT un amor conservador -en la más noble y positiva de las acepciones- de perseverar para las generaciones vendieras, la tierra, la viña y el vino tal como los convocantes la recibieron de sus mayores. Si el estudio de la condición climática o como dicen en este proyecto “la relación clima-vino” (un titulo algo limitador, en mi opinión) ha sido una constante histórica como vemos en el trabajo de Ottaviani. Y si desde los viticultores mas ancestrales a los enólogos surgidos hasta antesdeayer de las escuelas de enología, la condición climática era el factor practico para saber las características de una zona, de las variedades adecuadas a ella, los parámetros de producción (kilos y grados), no es hasta la publicación en España de “La enciclopedia del Vino” de Orbis auspiciada y coordinada por Miguel A. Torres, donde la visión del clima se asume de manera distinta, mas integrada, completa y técnico-científica. Entre otras cosas porque coincidio en la década de 1980 con la transferencia de variedades septentrionales de la línea winkler norteña a la meridional. Las variedades se habían transferido historicamente dentro de la misma línea Winkler, en el mediterráneo de E. a O. mayoritariamente pero, alguna, también, como dijo el investigador Wrangler, de camino inverso. La Enciclopedia del vino, marcó un antes y un después. Pues en ella se divulgaba la gran investigación -capital y definitiva- sobre la condición climática del profesor de la Universidad de Davis Albert Julius Winkler (California, 1894-1989) y sus conocidas líneas Winkler, hoy ya si, estudiadas en las escuelas de enología y hasta las de sumilleria.
El estudio de la condición climática fue ampliado y enriquecido por los investigadores, Gregory V. Jones y Robert E. Davis profesores de las Universidades Norteamericanas, de Southern Oregon y Virginia sobre la influencia de las masas de aire regionales y de circulación local en la condición climática regional en las diversas fases del ciclo de la vid (letargia, brotacion, floracion y maduracion) como vemos en los mapas adjuntos confeccionados en el estudio de este procesos por los mencionados profesores y publicados en sus respectivas universidades.
Por tanto, la toma de conciencia de los miembros de este consorcio y la interiorización de este proceso, su compromiso con la responsabilidad como ciudadanos y vinateros, es una buena y saludable muestra de ejercicio de la sociedad civil y aunque el estudio mostrara que la condición climática para la vid no se veria alterada por el cambio climático (cosa dificil de creer dado el calentamiento del planeta que esta deshelando los polos y haciendo navegable el ártico) seria una buena cosa en si misma, por su propio enunciado, por su ética motivación, Las sociedades tienen una fase de creación y generación de valores y riquezas que sin recurrir a los neologismos del socioantropologo Andrewski, podríamos llamar “socrática”, y otras de decadencia donde nos asomamos al abismo, de corte nihilista. Que unas empresas tomen el compromiso socrático de estudiar, entender, anunciar y divulgar, que sucede con el clima en relacion a la vid, y por tanto a la vida, es una esperanza de que la culpa y la responsabilidad no se nos echen encima, creo que fue el pensador y político Edmund Burke-1729-1797, (uno de los míos, uno de mis irlandeses) el que dijo que para que “el mal se extienda solo es necesario que los hombres buenos no hagan nada”. NO es el caso de los que tomaron este compromiso, que a continuación relacionamos, entre las bodegas están: Juve y Camps. Gramona, Bodegas Torres, Castell d’Encaus, Ferrer y Bobet, Dominio de la Vega, Ecovitis, Barbadillo, Bod. Roda, Protos, Matarromera, Unión de Viticultores de Labastida, Martín Codax, y entre las empresas de la Industria auxiliar; Aecork, Toneleria Magreñan, Laffort, Lallemand, además de 31 grupos de investigación españoles de 17 centros públicos de investigación de diferentes universidades españolas y 5 centros tecnológicos. Este proyecto forma parte del programa Ingenio 2010 de CDTI del Ministerio de Economía y Competitividad de la etapa anterior, y durante 4 años ha estudiado el objeto social de su leit motiv y nunca mejor dicho, entre los elementos investigados están el mejor aprovechamiento de las aguas residuales, el manejo del viñedo ante la realidad climática y el estudio de la emisión del CO2 en la manufacturación del corcho.
En el núcleo de esta investigación esta naturalmente el estudio de la influencia de los factores atróficos que crean los cambios que pueden alterar la condición climática de la viticultura y por tanto de los vinos que de ella se obtienen. El liderazgo de Miquel A. Torres i Riera ha sido capital, es sin duda un vinatero completo, por su disciplina, su rigor, su amor al vino, su devoción familiar y su compromiso con la viña y el vino, y el proyecto colectivo Cenit-Deméter en el que él ha participado, quizá sea su mejor legado civil. CENIT (CONSORCIO ESTRATEGICO NACIONAL DE INVESTIGACION TECNICA)
Enlaces de interés: www.cenitdemeter.es
para el libro Els vins de l’arc mediterrani, d’Alacant a Montpeller www.portic.cat
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